Años después

viernes, 30 de junio de 2017

Tengo una cantidad considerable de tiempo de no escribir por acá.

Pensé que iba a ser una necesidad que se olvidaría, pero; han sido años de abuso, psicológico, físico y emocional, han sido años duros, pero puta; de eso no tengo la necesidad de escribir.

La necesidad de escribir nace de una situación muy particular, es profunda y es existencial en su máxima expresión; para que vivo, para que respiro, para que hago cosas.

En realidad el máximo beneficio de lo que yo hago se queda en una institución, en una obligación, en una deuda; el Estado me obliga a darle el fruto de mi trabajo a sus instituciones, y yo sé; que cansado, que pereza, otra vez con ésta mierda, vamos de nuevo, estoy asfixiado, atormentado, enojado y "obsoleto".

Durante los últimos años me he dedicado a tener aciertos y errores; a terminar y volver con mis exnovias; y a apreciar la soledad que me brinda la libertad, a la que en muchas cosas quise renunciar. Pero anoche, particularmente me punzaron el hígado y; puta, este higado cuesta punzarlo, pero ¿qué fue lo que por fin me hizo despertar de mi letargo de años?

La solución es sencilla, el Banco Nacional, el Banco de Costa Rica y el Banco Popular.

¿Porqué? Porque ese triunvirato de instituciones financieras nos desangran, nos quitan el sueño y nos roban las oportunidades. Y no; no soy deudor de ninguno de las tres, pero vamos a desgranar el tema.

El Banco Nacional es el mayor prestamista de Estado Costarricense, y cada vez que alguien le queda debiendo, el Estado corre a salvarlo (a nombre de todos); perdiendo dinero, desechando impuestos en nombre de causas que en realidad a ninguno nos han afectado de ninguna forma posible, inclusive si dejaran de salvaguardar esos prestamos nos ahorrariamos plata (si arroceros, les escribo, no los he olvidado), nos quitaríamos esas inversiones tontas y riesgosas sin un sentido económico real que se comete el Estado sin una realidad económica que lo sustente, millones y millones, y ya a estas alturas billones y billones de colones (no billones en el sentido gringo, billones de colones, como lo manda la RAE); y ¿para qué? Para proteger a una pequeña parte de la población, privilegiada por una idea de seguridad alimentaria que es tan fácil de obtener como el último león del sahara para su disfrute personal y en realidad igual de caro.

El Banco de Costa Rica, un banco que vive gracias al cobro de las obligaciones del Estado, que le permite involucrarse en cualquier actividad riesgosa sin tenerse que preocupar por perdidas, el banco sabe que fácilmente recuperara solo por la capacidad de captación (gracias a los impuestos) que tienen sus ventanillas.

El Banco Popular es hijo de otra madre, un banco que con solo el hecho de existir capta; gracias a que todos los empleados (a cualquier persona en cualquier planilla) le otorgan parte de su salario, siendo el banco público con las tasas de interes más altas del mercado; así de obsceno es el BP; sin importar de como sean administradas sus sucursales y dependencias, siempre va a ser rentable, con una población económicamente activa creciente; triunfa, brilla entre la niebla, es la esmeralda de captación del sistema de banca pública; siendo absurdamente ineficiente y hasta cayendo en la usura en la forma en la que aplica créditos a sus deudores. Hermosa locura fue soñada en los 70's; me encantaría pensar que fue gracias al opio, marihuana y demás drogas prohibidas en Costa Rica desde mucho antes que eso.

Ahora ¿porqué mi r punta de lapiz particularmente afilada?

Porque hay gente que dice que los salarios que se pagan en estas instituciones corresponden a la canitdad de activos que manejan, cosa que no podría ser más irreal. Los bancos públicos enfrentan situaciones que ningún banco podría enfrentar, la posibilidad que sin importar que tan mal actuen siempre van a ser rentables, en el caso del BN si sus deudores fallarén, el Estado cubrirá sus deudas, y agradecerán a la Asamblea Legislativa, en el caso del BCR en el caso de que se falle en el cobro del dinero que les es adeudado, lo podrán cubrir con los flujos de caja de impuestos (en todos sus sentidos) y con los pagos de la administración pública (negocio que ha ha sido distribuido) y el BP mientras haya un trabajador que sea asegurado; ganará, y le cobrará una tasa de interés más alta que el mercado al pobre idiota que caiga en sus garras; para pagar alta tasa de interes y parte de su salario, porque le BP es de los "trabajadores". Y aparte de esta situación hermosa "decidimos" pagar salarios más altos que al sector privado, y que al sector público, porque son "nuestros" igual de nuestros que casa presidencial y no me refiero a la representatividad, me refiero al metraje de la estructura.

Al final del día compramos nuestro derecho para poder pagar altos salarios a la banca pública, sin tener el derecho de exigir a sus directivos por resultados sobresalientes, compramos el derecho por una regulación laxa a nuestras instituciones (preguntenlé a bancrédito) mientras soquen a los privados (que mantienen a nuestro sistema bancario) y por supuesto quienes vivimos en los suburbios de San José, nos ganamos el derecho de ver el que fuera el edificio más alto de San José, ahí; inmovil frente a cualquier inclemencia, sabiendo que nuestros impuestos se van a financiar una actividad que no nos beneficia.

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